A los Mapuches les pido

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A LOS MAPUCHES LES PIDO

( quizás, ‘a los mapuches les ofrezco’)

 

Reformemos juntos las empresas chilenas.

“Hoy que el fuego y la ambición, arrasan rucas y ranchos; cuelgo mi flor en sus ganchos
como roja maldición. Y con profunda aflicción voy a ocultar mi pesar, en la selva secular, donde mis pumas rugieran, donde mis indios me esperan, para ayudarme a llorar”. Si los 4 Hermanos Silva cantaron hoy El Copihue Rojo, esta terminaría con “… ayudarme a luchar”.

Así es, luchar es lo que caracteriza hoy a este milenario movimiento de empresarios campesinos,  productores eficientes con su modo de producción familiar-comunitario; pocos habitantes rurales no mapuches pueden vivir con 5 hectáreas que es el promedio de sus propiedades.

Inspirado en Bengoa, llamo ‘modo de producción familiar-comunitario’ aquel que permite a muchas familias nucleares entrelazadas por parentescos-en el ancestral territorio de un Lof o Barrio- practiquen múltiples intercambios de bienes y servicios; el que tiene lanas negocia con el que tiene telar y quien hace el poncho negocia con el que sale a vender los excedentes. Y así con los animales, los productos de la huerta y chacra y la fuerza de trabajo o mingako o vuelta de mano o la mediería con la tierra. Estos mercados locales, entrelazados con otros vecinos,  funcionan con la regla de la reciprocidad. Dicha regla, regla de oro de la sociedad mapuche, crea un capital de confianzas interpersonales base de cualquier economía; en este caso, dada su alta cuantía contribuye a la eficiencia por los bajísimos costos de transacción que genera, lo cual  se suma a las economías del transporte.

La reciprocidad en que “….todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos” (Mt.7, 12), es reafirmada en cada guillatún.

La falta de reciprocidad, (o respeto) con los hermanos y hermanas, con su propio cuerpo o con la tierra es recordada por la machi como etiología o causa de estrés crónico y enfermedad. Tal vez por eso la diabetes y otras patologías crónicas se dan mucho menos en los campesinos y campesinas mapuches.

Los mapuches urbanos, cuando son  asalariados, llevan a las empresas donde participan su cultura de la reciprocidad, la cual conecta fácilmente con la socialización de la empresa, tendencia fundamental de la modernidad pues las hace más competentes para producir bueno y barato; además de hacerlo sustentablemente por respetar el capital humano y  ambiental.

El movimiento mapuche, por su larga  crítica a la encomienda  y al inquilinaje  representa  un nuevo tipo de empresa, tanto como asalariados que van tras compartir la gestión como cuando son empresarios que se obligan a compartir la gestión.

Dada la reciprocidad, el capitalismo actual entre los mapuches es imposible pues en este  la acumulación individual está limitada; ellos tienen unas relaciones sociales de producción controladas por la sana envidia, sentimiento noble que obliga al que gana a repartir, pues la ganancia es siempre social; el que no comparte es envidiado, arriesga perder el cariño del otro y enfermarse por desnutrición afectiva.

Los mapuches luchan hoy por expandir en la ciudad su modo de producir y convivir y eso a Chile le conviene, le hace bien.

Democraticemos juntos la Banca   Hace algunos años conversando con un joven campesino mapuche ‘afamiliado’, poseedor de un mínimo de mala tierra en un campo de Galvarino, quedé impresionado con su propuesta: unas pocas monedas para hacer con ellas lo más rentable; en su caso, era comercio comprando un animal y vender un  animal. En síntesis el hombre demandaba para su desarrollo un crédito. Lejos estaba la banca en ese momento de hacer negocios con ese productor y sigue estando muy lejos aún. La escena anterior me produjo contraste con las permanentes ofertas de cuantiosos créditos, con patitos y otros imaginativos folletos,  que cualquier profesional temucano recibe por correo. Aún me sorprende, (pero no debía hacerlo pues en mi banco, hay 5 ejecutivos  para vender créditos a las grandes empresas y 1 para las Pimes que generan el 80% del empleo) que la industria financiera no llegue a las Pimes, sean estas mapuches o huincas.  Pero ya que el banco no prestaba dinero a los campesinos en  Galvarino, ¿había algún otro que lo hacía? Dos por lo menos. El primero un paramédico de la posta rural que, dado su sueldo fijo, siempre podía tener un pequeño excedente monetario para alguna media de siembras o crianza. El otro, el criticado pulpero quien aportaba monedas para los campesinos que le mostraban un emprendimiento prometedor de ganancias; él los conocía mejor que nadie, confiaba, se atrevía y ganaba. ¿Y el Indap qué?  Si bien es cierto que es una especie de  banco que presta plata, es más bien un banco que pierde plata y por ende el estado nunca le entregará mucha plata.   Los mapuches ya, y más a medida que aumentan las tierras, necesitarán dinero para  el desarrollo de aquellos proyectos productivos capaces de producir una ganancia tal que permita al productor pagar el crédito y por ende darle sustentabilidad a la institución financiera; no olvidemos que el banco presta plata ajena que debe pagar.  Algunos demandarán mucho dinero para aquellos emprendimientos prometedores de muchas ganancias, serán pocos pero contaran con sus vecinos del LOF o Barrio  con quienes se asociarán para el acceso a las materias primas o tierras, o fuerza de trabajo o maquinas. El que gane un buen crédito se transformará en ulmen, u hombre rico, por ser un organizador laboral de su zona pero lo hará, dada la ley de la reciprocidad, enriqueciendo a su entorno social.  ¿Por  qué los Bancos  no dan créditos a los pequeños campesinos? ¿No saben, no pueden, no quieren?  Un poco de todo eso pero también porque siempre tienen la opción de prestarle al Estado, ganan menos pero se van a la segura.

El economista Manuel Riesco escribió en su Blog: “la banca se trata de un sector que por su tamaño y relevancia para el conjunto de la población  requiere de  tanta regulación, subsidios, garantías y protecciones para ser gestionados por privados, que al final resulta más sencillo que sean gestionados por empresas o instituciones públicas”. ¿Será?

Digamos al menos que la industria financiera está totalmente avalada por el Estado,  por ende, este debe aumentar sus directrices para que lleguen créditos a los pequeños empresarios, mapuches y huincas. ¿Quién convencerá al Estado Social Democrático de Derecho para que sea tal y cumpla su cometido con los bancos? Respuesta: el movimiento mapuche y otros empresarios, hoy, sin acceso al mercado de capitales; también los trabajadores de la banca que se propongan beneficiarse con el engrandecimiento de su industria financiera, hoy tan amenazada en muchos lugares del mundo por la mala gestión de sus directivos; gerentes que a futuro debieran aprender del pulpero de Galvarino para que no le  estaticen sus bancos como ya sucedió en Inglaterra.

Más municipios autónomos. 

Temuco a pesar de ser una urbe muy joven es una ciudad de barrios con intensa identificación local; la gente le dice al forastero con orgullo, soy de Villa Cautín o  Pomona o Porvenir o Andina  En ese territorio se encuentran varias familias nucleares emparentadas que muestran un renacimiento de la familia extensa las cuales se ubican, incluso, en un mismo terreno; ello  como maduración del fenómeno del allegado o del hijo o hija que nunca se fue. Cabe agregar que hoy en día las interacciones en la familia extensa renovada no necesitan tanta cercanía territorial pues el celular e internet, aunque no suplen el cara a cara,  acercan las relaciones familiares.

Ahora bien, cuando el forastero no ubica el lugar al cual alude el poblador,  este añade: sector Pedro de Valdivia o  Amanecer o Santa Rosa o Pueblo Nuevo. Dicha toponimia territorial expresa densas relaciones territoriales que conforman redes de intercambios de bienes y servicios que incluyen también los rituales religiosos. Esta trama se podría graficar con la malla neuronal del cerebro; tal es su complejidad.

El Municipio de Temuco ha reconocido  el hecho descrito y ha  buscado organizar oficinas municipales en los sectores aludidos. Dichos entes administrativos son un germen para que se generen nuevos municipios. Don Fernando Castillo Velasco, el varias veces Alcalde la Reina  opina que el tamaño ideal de un municipio es de 80.000 habitantes; cuando hay poblaciones mayores se pierde la capacidad de la autoridad de mantener una relación directa con la  gente. Aaah, para que nos dé envidia, en la provincia de de Chanco, el Municipio Pelluhue tiene 7.702 habitantes.

Hoy se habla mucho del desprestigio de la política, de los políticos y sus coaliciones. centralistas y cupulares.  Prueba de ello, la Presidenta Bachelet no mencionó en ningún momento de su discurso del 21 de Mayo del 2010 la palabra Concertación y, en cambio,  si resaltó su lema “Estoy contigo”.  La gente quiere que el gobierno sea visible y accesible y por ende confiable, ello es institucionalmente posible a nivel del Municipalidad; este puede estar siempre ‘conmigo’. Y si no,  los ciudadanos reclaman y los alcaldes son destituidos; la autonomía de la comunidad  allí se ejerce.

El efecto demostrativo del sector de Padre Las Casas en la ciudad de Temuco muestra el gran dinamismo que la autonomía municipal puede generar  para uno de los  sectores de la ciudad de Temuco; ello sucedió en el sector con más población mapuche de nuestra ciudad. Cosa parecida ocurrió en Chol Chol, Puerto Saavedra y Tirua. Lo anterior es natural pues los mapuches aportan a Chile una milenaria tradición de altísima  autonomía del gobierno local.

En la Wikipedia se describe el Lof como “forma básica de organización social de los pueblos mapuche…conformado por diversas familias o que comparten un mismo territorio y se consideran mutuamente emparentadas, al descender un ancestro común. Varios lof forman un ayllarehue (nueve rehues) que a su vez conformaban una de las 3 o 5 grandes confederaciones territoriales mapuches; los butalmapu (tierra grande)”. El poder no está en la capital, no hay capital, hay miles de cabezas de familias o loncos que se agregan en unidades mayores según los desafíos históricos.

¿Es posible a los temucanos recoger esta tradición milenaria? En su cuenta de Gestión  del año 2007, Huenchumilla dijo: “Como Alcalde, he aprendido que los municipios son el vínculo directo con la gente. Nosotros trabajamos con las personas y para las personas. Creo que si los gobiernos locales tuviésemos más facultades, podríamos hacer mucho más por solucionar los problemas de la gente”.  Hoy, cuando Huenchumilla es candidato para hacer las leyes tiene la oportunidad de presentar sus propuestas para el fortalecimiento de las autonomías de los gobiernos locales.

La gran reforma del estado comienza con el mayor protagonismo del municipio y su multiplicación.

Unamos a Chile desde su raíz milenaria.

 

Si un escolar de tercero medio toma el libro de Historia de Chile de la Editorial Universitaria, podrá leer en el capítulo escrito por Osvaldo Silva Galdames que, a la llegada de los españoles en 1536,  “desde Aconcagua a Chiloé  vivían poco más de 1.000.000 personas….poblaciones (que) hablaban una misma lengua, el araucano. Incluso acostumbraban llamarse a sí mismos mapuches o gente de la tierra“; en síntesis, el centro y el sur del Chile actual eran mapuches.

¿Cuando se inicia nuestra división? Contestación: cuando los ‘huincas’, mapuches del norte, bajo influencia señorial inca, al mando de Michimalongo y asociados con los soldados de  Valdivia,  jugaron la carta de la asimilación al Occidente Cristiano

Lo sucedido con Michimalongo, asimilarse, le sucedió a casi todo el mundo en los últimos 500 años, incluso a la milenaria China, siendo todo ello producto de la expansión europea con su cristianismo y capitalismo. El primero al declarar a todos como hijos de Dios facilitó que el segundo inventase la libre concurrencia de los hermanos para comprar o vender bienes o servicios incluido en éste a la fuerza de trabajo.

Los mapuches del sur permanecieron políticamente autónomos del Occidente Cristiano por su ‘razón y fuerza’, demostrada claramente en la victoria de Curalaba en 1598; ocasión en la cual Pelantaro fue el toqui. Dicha batalla fue un desastre para el régimen colonial, el cual necesitó crear el Ejercito de la Frontera para asumir la defensa de las  encomiendas. Sin embargo ese ejército, indirectamente, impidió intentos de otras potencias coloniales europeas de invadir el sur de Chile; tal cosa se insinuó más tarde con la aventura francesa de Oreille Antoine quien, entre 1860 y 1869, pretendió fundar el reino de la Araucanía y la Patagonia, por algunos llamado la Nueva Francia, siendo su capital, hipotética, Perquenco. Pareciera ilusorio tal intento pero, en esa misma época, el  México de Benito Juárez, fue invadido por 45.000  soldados franceses enviados por Napoleón III.,  para imponer a Maximiliano I, como emperador de los mejicanos.

Durante siglos el Chile huinca debió dar muestras simuladas de sumisión al  colonialista hombre blanco mediante la negación de su raíz mapuche. Solo en la Patria Nueva, Carrera,  un ‘exaltado’, se atreve a poner una India y un Indio en la bandera pero pronto los moderados copiaran la francesa y norteamericana.

Los mapuches, los más antiguos chilenos de los chilenos, saben que en lo profundo, en su origen, los huincas son también mapuches; obviamente ellos no son europeos…indianos les decían  a los americanos en España  durante la colonia y ahora los llaman sudacas.

José Vial Subercaseux, el cura Pepe de mi juventud, me dijo en Temuco, allá por 1988, que según los genealogistas no había ninguna familia antigua chilena que no tuviese ancestros mapuches. El cura Pepe murió en Arica hace  20 años, el día del Carmen, siendo capellán de las cofradías de la Virgen de las Peñas, virgen que tiene rasgos aymará, ojos ajados, largo pelo negro y es  celebrada por chilenos, peruanos y bolivianos, tal como se hace en Oruro y la Tirana.

Recogeremos toda la buena vecindad con otras culturas indianas-  como la Aymará del sur del Perú, oeste de Bolivia y Norte de Chile y la Quechua más al norte y la Tupi guaraní  más al noreste – sólo si los Mapuches, sobre la base de su historia milenaria, unan a Chile desde su raíz. Y vaya que falta nos hace.

 

 

 

Miguel Angel Solar Silva                              Temuco,  año 2009


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